Seguros en la farmacia, un servicio que no puede quedar relegado a un segundo plano

Los farmacéuticos se plantean continuamente cuáles son las mejores prácticas para fidelizar a sus clientes, cómo pueden aumentar la rentabilidad de su botica o cómo pueden gestionar mejor las compras y el stock pero, en muchas ocasiones, acaban dejando en un segundo plano la importancia del área de Seguros. 

A modo general, se puede pensar que nunca nos puede pasar nada pero, desgraciadamente, en el trabajo diario que se desarrolla dentro de una farmacia y en cualquier otro tipo de profesión, siempre estamos expuestos a que nos ocurra algo fortuito o accidental que pueda perjudicar nuestra integridad, las instalaciones de nuestra farmacia o ambas.

contrato seguros


Desde la Asociación Madrileña de Asesores de Farmacia insistimos en que hay que optar por seguros que doten a la farmacia y al farmacéutico de unas coberturas que se ajusten lo más fielmente a sus necesidades concretas.

Para ello, es importante contar con las manos de profesionales del sector para disponer de servicios personalizados que estén además orientados a mejorar y a garantizar la planificación financiera de los clientes.

Actualmente, ante la creciente invasión de la banca seguros, hemos observado que en ocasiones se les obliga a contratar seguros que o bien no son necesarios o bien, y esto es más grave, no conllevan las coberturas necesarias requeridas, situación que les podría generar serios problemas en caso de un siniestro grave.

¿Qué tipo de seguros son necesarios en una farmacia?

El farmacéutico, cuando acude a una correduría de seguros debe tener muy claro cuáles son aquellos seguros que son necesarios y obligatorios en la farmacia. Son tres principalmente:

1. Seguros de accidentes de convenio: Se trata de una prima muy baja al año que cubre a los empleados de farmacia que estén dados de alta en régimen general. Se caracteriza porque se regulariza cada año y es innominado. Asimismo, ofrece una cobertura todas las horas del día y todos los días del año y su garantía será de 35.000 euros por cada empleado.

2. Multirriesgo farmacia: Este es el que permite asegurar tanto el contenido como el continente de la farmacia así como sus existencias. Es muy importante asegurarse de que cubra tanto la receta electrónica como en papel de forma que si ocurriera algún accidente, no suponga pérdidas para el farmacéutico.

3. Responsabilidad Civil profesional: Gracias a ella se pueden cubrir los daños que pueda provocar a un tercero en el desempeño de la actividad. Tienen que cubrir al menos con un capital mínimo de 600.000€.

Además de éstos se pueden sumar otro tipo de seguros a modo complementario pero no obligatorios. Pueden ser muy atractivos, útiles y quizás económicos pero no tan necesarios ni mucho menos irremplazables respecto a los anteriormente explicados.

El farmacéutico debe ir con cautela

En AMAF nos preocupa, especialmente, que estas actuaciones no vayan acompañadas, en un alto número de casos, de un servicio de asesoramiento correcto y adecuado, carente de lógica alguna y exento de seguimiento y adaptación a las circunstancias.

En este sentido, una vez que un cliente contrata la póliza debe haber un seguimiento y continuidad del asegurado para ver la evolución de su negocio o sus nuevas necesidades. Recuerde:

• Tiene que revisar todos los puntos que recoge la póliza que quiere contratar.
• Plantear las dudas que le surjan para que se las resuelvan.
• Asegurarse antes de firmar de que el asesoramiento será integral en todo momento y que las coberturas que recogen las pólizas son realmente las que necesita.

Autor: Asociación AMAF

La Asociación Madrileña de Asesores de Farmacia (AMAF) es una entidad sin ánimo de lucro, constituida por profesionales acreditados y de larga experiencia en el asesoramiento de Oficinas de Farmacia. Está constituida por los principales despachos de asesorías de farmacias de la Comunidad de Madrid, que albergan más de 20 años de experiencia en el sector.

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